sábado, 3 de agosto de 2013

Quiero, pretendo, ansío...


Ella:

Hoy me acompañarás tú en este viaje que es la vida, hoy te quiero a mi lado, sin más premisas que sentir las sensaciones escondidas. Sin las prisas que te empujan en el día a día. Que repongamos el agua gastada en la botija y que anudemos la esperanza a los zapatos que nos hacen andar.

Que sí, que te quiero en mis alegrías, en mis ganas de llorar, salud y enfermedad. Que no quiero perderme en la vereda equivocada, marcada y torticera que el destino marca. Que no pretendo más augurios que los de ver tu sonrisa al alba, porque sí, porque me apetece darte la mano y que la aprietes hasta hacerme daño, para sentir que no es un sueño.

Quiero, pretendo, ansío..., ser algo de algo, ser principio de existencia, con tu presente y tu pasado, que el mañana no me interesa, porque en este justo instante..., ya está olvidado.


El: 

Bueno, amor mío, pues aquí estoy, emocionándome con lo que has escrito y porque esto es muy grande, todo cuanto compartimos y generamos es un mundo. Heme aquí, en mitad de mi vida argumentando nuevas sensaciones, nuevas ilusiones escondidas bajo las piedras de la vida. Estaban ahí, muy apretaditas, esperando la varita mágica que me has proporcionado. Una varita que crea realidades en torno a nosotros, que crea esperanzas y vida, mucha vida. Y por vivir engendramos esperanza. Y mi mano, aquí está, dispuesta para la tuya para darnos fuerzas en esta vida que se ha marcado de nuevo para poder disfrutarla hasta los confines de nuestra historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario